lunes, 23 de octubre de 2017

Indio Rot

En una de mis travesías urbanas queriendo cambiar la rutina e invitado por un viejo amigo fui a parar a una de las localidades más diversas de Bogotá; la bella suba. Con el ánimo de escuchar buena música y con mucha sed eso sí, decidimos entrar a un bar rock de la zona, por estos días quiero escuchar cosas nuevas música que no haya escuchado antes, y se ha acentuado un conato de rencor por esos clásicos que suenan hasta en las rokolas de barrio, y que no pienso nombrar…

Los clásicos son eso, clásicos y como a todo viejito hay que dejarlo descansar le digo a mi amigo, son buenos no lo niego, y algunas personas dirán que se pueden escuchar hasta el cansancio, pero a mí me paso justamente eso: me canse me mame, me desespera escuchar los mismos temas en diferentes sitios, no sé si sea una crisis musical q se está viviendo; pero no se cuál es el miedo a escuchar música nueva ? Cuando pido alguna canción de la nueva ola del rock español me miran, como miraría un católico de pura sepa a una monja orinar en la calle… Cuando pido algo del nuevo post punk británico me tratan como un sacrílego en medio de una procesión de semana santa.
Entramos al lugar muy oscuro la verdad,  evocaba a una caverna de algún personaje de película  vampirezca, calaveras y diablitos en las paredes, y afiches por montón; desde el viejo Elvis hasta dani filth y su combo de músicos góticos. Eso me dio un poco de tranquilidad en el momento, pero nooooo…La variedad de afiches resultó ser inversamente proporcional al de la música y eso que en el fondo del bar un tv de 1354 pulgadas reproducía videos de yutu (mal acto, pienso que ningún bar debería hacerlo), mi amigo pide desde la distancia dos cervezas, un bartender bonachón las destapa y una rubia que no pasa los veinte años las llevó a la mesa, estira su mano y me ofrece un papelito, ..   “pa las canciones me dice”, mi amigo lo toma y me aclara que uno tiene derecho a pedir dos temitas por tanda pedida.

Salud de rigor, familia, estudio, trabajo, adelantamos cuaderno…La vida cuenta de dos años de silencio a causa de su rencorosa novia, así pasaron quizás unos 45 minutos en los que no dejó de sonar lo más conocido de las bandas más conocidas, pero de mis temas nadaaaaa. Ya para la tercera tanda de pola le pregunté a la niña si pensaba ponerme los temas que pedí y si no era así, pues que se ahorrara el papelito y no me ofreciera nada, pues a estas alturas ya no pensaba escuchar ningún tema en especial, sino quería hacer una lista de lo que no quería escuchar.

Suena el teléfono de mi amigo y presiento algo malo…Habla en clave y manda un pico a regañadientes, cuelga, me dice que va a ir por su novia q esta cerca que no me preocupe, que ya viene, que la noche es joven…..

Ahora solo y escuchando esos temas tan traginados recordé los bellos tiempos cuando me colaba en los bares de la primera de mayo con una cedula falsa y cuando era un camello conseguir videos porque tocaba encárgaselos en vhs originales a algún acaudalado pariente o amigo, y que lo trajera del exterior a precios astronómicos o hacer vigilias frente al tv con el reproductor listo para piratearlos de algún canal de la perubolica.  Ahí en ese momento era muy difícil programar música en un bar  de rock, pero se hacía, y de qué manera…

Ahora cuando es tan fácil digitar  el nombre de la banda o de la canción en un buscador para reproducir su video se me hace irónico que tenga escuchar los mismos temas, y lejos de sentir nostalgia siento tristeza al ver como el trabajo de las nuevas bandas se ignora tras un radicalismo clásico de quien pretende asegurar con eso, que la música de ahora es una basura. Miré alrededor y vi caras muy jóvenes probablemente yo ya tenía estos temas en mp3 antes de que ellos nacieran, desde que tengo memoria siempre me ha gustado la música y en esa medida no me he quedado quieto en algún genero,  no he dejado de dar mi atención y abrir mis oídos a las nuevas tendencias, y más aún a lo que nunca escuché porque la radio colombiana nunca trajo o nunca programó por algún motivo. Desde las tiendas improvisadas hace muchos años sobre la calle 19 con 8 hasta los almacenes actuales especializados en traer lo ultimito en música, me recorrí  Bogotá buscando cositas para escuchar, y esta noche me estoy aguantando los ladrilludos acordes de esos temas que según algunos, nunca pasaran de moda, todo por esperar a mi amigo. La noche pasa y sorbo tras sorbo, tema tras tema, caspa tras caspa, espero, me desespero, me exaspero, creo q se me nota mucho, un borrachito de unos 25 años pasa y me dice - parceee si no le gusta el rot, aquí en el primer piso hay un bar de salsa, jejejejejejej.

Hay una luz, ojitos verdes se acerca y me estira el papelito y señala, y pregunta, que si  esto es rock?, “quesque aquí no se pone nada pesao, quesque la gente di aquí no le gusta la música desa como de gritos, si?”.  Me repongo,  - si claro mira , la primera es una banda de rock indie de los 80s, es la del afiche a blanco y negro que esta pegado en esa pared, y  la otra es una banda de Canadá , no es nada pesado…   Asiente como puede asentir  tiernamente un niño de 5 años después de darle una clase de física nuclear y preguntarle si entendió, se da la vuelta, se va, se gira y me pregunta más con su dedo índice que con su voz  “indio rot cierto?”

En el chat de mi celu leo que mi amigo, peleó con su novia, que mejor nos vemos otro día, que que pena, que me debe unas polas, que lo disculpe, que yo sé como son las viejas, etc., etc.

Ojitos viene con el papelito en la mano con sonrisa pícara y mirada compasiva estira su mano, me lo muestra y dice como niño dando razón a vecina que “él no sabe q es esto, y que no las pone porque de pronto a la gente no le gusta y se va, pero que ya pone unas q de pronto le gustan a uste”...

Al escuchar el intro de esa canción de hard rock que ya me cansó, me levanto, pago la cuenta, el bonachón me estira la mano, y se despide socarronamente, impunemente, burlonamente… “Hasta luego don indio rot.”

jueves, 12 de octubre de 2017



La musica, esa inseparable amiga que nos lleva a recorrer diferentes sitios y diferentes tiempos es la protagonista de este espacio. Queremos evidenciar esas melodias que acompañan nuestros diarios aconteceres, esos sonidos que estan presentes en los asuntos cotidianos de nuestra vida. Los invitamos a conocer las diferentes sensaciones e historias que tenemos al colocarnos los audifonos...esos momentos en los que vamos creando la banda sonora de nuestras vidas mientras el mundo pasa frente a nuestros ojos...



Disfrutamos, estudiamos y nos deleitamos con la musica que no sale en la tele ni en la radio, pero que muchas veces (casi siempre) es mas valiosa que cualquier exito de la semana....Sin tecnisismos, ni tratados academicos, sino con con vivencias queremos compartir un poco de aquellos sonidos (vertiginosos, reflexivos, romanticos, sensuales, salvajes, sofisticados y demas) que nos brinda el univeros musical del cual somos participes, rodeados de amigos, con la complicidad de un trago, disfrutando un dia cualquiera desde el ocaso en un sur.

  SU MAJESTAD LA CUMBIA Parte 3 En este nuevo episodio, caminaremos de la mano de ésta bella señora hasta el país austral de Chile, en donde...